martes, 24 de mayo de 2011

Ramon Omar A. Valenzuela


EL CRISTIANISMO

De todas las grandes religiones, la cristiana es la más difundida y la que tiene un mayor número de adeptos aunque cabe destacar que probablemente la cifra se encuentre un poco alterada, según los registros una de cada tres personas es cristiana, lo que nos da como resultado un total aproximado de mil y mil quinientos millones de almas. Se argumenta que la diversidad de esta religión es de casi dos mil años. La tarea al concluir este reporte es identificar las tres grandes divisiones del cristianismo que son el catolicismo romano, la ortodoxia oriental y el protestantismo. 

Se comenta que el cristianismo es una religión básicamente histórica, no se encuentra sustentada en principios abstractos sino en eventos concretos, sobre sucesos históricos reales. Para el cristianismo, el mas importante de estos eventos es la vida de un carpintero judío, que como se ha dicho a lo largo de la historia, nació en un establo, fue ejecutado como un criminal a los treinta y tres años, nunca se alejo mas de ciento cincuenta kilómetros de su lugar natal, jamás poseyó nada, no fue a la escuela, no dirigió ningún ejercito, y en lugar de escribir libros, solo escribió una vez en la arena. Aun así, el aniversario de su natalicio se celebra en todo el mundo y en el de su muerte, con la navidad y su muerte en semana santa.
Como se mencionó previamente, Jesús nació en Palestina durante el reinado de Herodes el Grande, probablemente en el año a. C. el calculo puede estar desfasado en algunos años.  Nació en Nazaret o cerca de ella, de la misma manera que los otros judíos de la época. Ya con treinta años de edad, Jesús paso predicando y curando, mayormente era en Galilea, poco después se ganó el descontento de sus propios compatriotas y la sospecha de Roma, por lo cual fue crucificado a las afuera de Jerusalén. 

Jesús cuando hablaba del Espíritu santo mencionaba que este no solo estaba distante sino que, aunque invisible, podía conocerse. A menudo él tomaba la iniciativa y se anunciaba. En otras ocasiones, los seres humanos también podrían tomar la iniciativa y ponerse en contacto con el. El ayuno y la soledad eran dos formas de hacerlo, y los judíos que sentían su llamada se apartaban periódicamente de las distracciones mundanas para comunicarse con el Divino. No es de locos pensar que durante esas vigilias se empapaban del espíritu santo ya que cuando regresaban al mundo daban una clara evidencia, casi palpable de haber absorbido algo: Espíritu y su grandioso poder. Los personajes bíblicos plenos de Espíritu, mencionaba Jesús, tienen poder. La biblia los distingue como plenos de poder del Espíritu, un poder que en ocasiones, les permitía influenciar el curso normal de los eventos. Estos personajes curaban enfermedades, exorcizaban y en otras ocasiones clamaban tormentas, partían aguas y resucitaban muertos.  

El cristianismo nace a raíz de la muerte de Jesús en la fe de su resurrección y en como sus discípulos difundieron la buena nueva de que Jesús había vencido a la muerte. Sus discípulos sustentaron las bases de sus argumentos en tres principios: lo que vieron que hizo, lo que lo oyeron decir y lo que creían que era.  

Primeramente, hablaremos de lo que hizo. Los relatos de los Evangelios, escritos por los miembros de la iglesia primitiva, vibran de asombro ante los actos que realizaba. Uno de sus discípulos fue interrogado ante un grupo de personas y le pidieron que resumiera en una línea lo que hizo Jesús y su respuesta fue que “Él  pasó haciendo el bien”. Moviéndose con facilidad y sin afectación entre gente corriente e inadaptados sociales, curándolos, aconsejándolos, ayudándolos a salir de abismos de desesperación, Jesús paso haciendo el bien. Y lo hacia con tal franqueza y efectividad que quienes lo acompañaban constantemente sentían que su amor hacia él cobraba un nuevo sentido, se encontraban pensando que, si la bondad divina tuviera que manifestarse en forma humana, así es como procedería. 

No fue por lo que Jesús hizo que sus contemporáneos pensaron en él con nuevas dimensiones. También fue por lo que dijo. Se establece que el estudio del lenguaje en si de Jesús, aparte del contenido, ha demostrado ser fascinante. Solo por su simplicidad, su síntesis y su sentido de lo que era vital, las palabras de Jesús serían inmortales. Otra característica llamativa del lenguaje de Jesús era su estilo de invitación. En lugar de decirle a las personas lo que tenían que hacer o creer, las invitaba a ver las cosas de manera diferente, confiando en que si lo hacían si conducta cambiaría acordemente. Jamás hombre alguno habló así. 

Hay en el mundo un solo personaje de absoluta belleza, Cristo, ese personaje infinitamente hermoso con una maravilla infinita. Lo más impresionante de las enseñanzas de Jesús no es, por cierto, que las impartiera, sino que pareciera haberlas vivido. De acuerdo con los datos que se tienen registrados sobre él, toda du vida fue de humildad, de entrega y de amor hacia los demás.  La verdad para él era como el aire que respiraba. Se afirma que Jesús apreciaba a la gente y ésta a su vez, lo aprecia a él. La gente lo amaba, lo amaba con intensidad y en gran numero. Atraídas  no solo por sus poderes carismáticos, sino también por su compasión que sentían en el, las personas lo acompañaban, se apiñaban a su alrededor, lo seguían. 

Después de la muerte de Jesús, como ya se mencionó previamente, se funda el cristianismo, siempre recordando el amor que Dios, el amor que dios tenía para todos. Ellos recordaban que Jesús había dicho que donde estaban dos o tres allí estaba el. Es como se empezaron a reunir en pequeñas asociaciones para predicar la palabra de Jesús. Esta no era una simple asociación humana en la cual gentes de buena voluntad se reunían para alentarse mutuamente con el objeto de hacer buenas obras y animarse con sus propios esfuerzos colectivos. Era una sociedad constituida por seres humanos, pero animada por la presencia de Cristo, que es decir por la de Dios, aunque esa presencia ya no era visible, sino espiritual. 

Se ha hablado del cristianismo como un todo, lo cual no implica que todos los cristianos estén de acuerdo con todo lo que se ha dicho. Tras considerar el cristianismo de los primero siglos, cuando nos concentramos en el de hoy encontramos que la iglesia se ha dividido en tres grandes grupos. 

El catolicismo romano, con sede en el vaticano, predomina en general en el centro y sur de Europa, Irlanda y América del Sur. En la iglesia católica, el concepto de autoridad educativa comienza con la premisa de que Dios vino a la tierra en la persona de Jesucristo para ensenar a la gente el camino de la salvación, en otras palabras, como debían vivir en este mundo para lograr la vida eterna. Dentro de este precepto de la iglesia como autoridad educativa configura la idea de la infalibilidad papal. Se menciona que toda nación tiene un dirigente, ya sea un rey o presidente. El Jefe terrenal de la iglesia es el papa, sucesor de San Pedro en el obispado de Roma. Esta doctrina establece que, cuando el papa se pronuncia oficialmente en cuestiones de fe o moralidad, Dios lo protege contra todo error. El papa se pronuncia con una respuesta en nombre de la iglesia, ésta no es una respuesta, sino que es la respuesta, porque es entonces cuando el Espíritu Santo lo protege de la posibilidad de cometer un error. 

En cuanto a la iglesia como agente sacramental, en el cristianismo romano se afirma que una cosa es saber lo que debemos hacer, pero otra muy distinta es poder hacerlo que es la razón por la cual es necesario tener los sacramentos. La iglesia ayuda en ambos sentidos y señala la forma en que debemos vivir y nos capacita para llevar esa vida. Por consiguiente, como el siclo de vida lo mar, la gente nace, crece, se casa o se dedica por entero a un objetivo y muere. La Iglesia católica romana establece necesarios los siete sacramentos para poder llegar a la salvación. Estos son el bautismo, la confirmación, santo matrimonio, orden sacerdotal, extrema unción, la confesión y por ultima la santa eucaristía. La misa se reafirma es una verdadera transfusión de energía espiritual de Dios a las almas humanas. La Iglesia católica enseña que en la hostia creyente y en el cáliz, el pan y el vino consagrados, están realmente presentes en el cuerpo humano y la sangre de Cristo.  Todos los elementos mencionados anteriormente, cada uno de ellos es un medio por el cual Dios, a través del cuerpo místico de Cristo, infunde en las almas humanas el poder supranatural que les permite vivir en este mundo de manera que en el mundo por venir puedan alcanzar la vida eterna.

La Iglesia Ortodoxa que predomina principalmente en Grecia, los países eslavos y Rusia tiene hoy aproximadamente unos doscientos cincuenta millones de adeptos, se separo oficialmente de la iglesia católica romana en 1504, acusándose mutuamente de haber dado lugar a la separación. Forman parte de la iglesia ortodoxa las de Albania, Bulgaria, Georgia, Grecia, Rumania, Rusia, Serbia y Sinaí. Aunque cada una de estas iglesias es autárquica, se mantienen unidas entre si en diversos grados, y sus miembros creen pertenecer, en primer lugar, a la iglesia ortodoxa y, en segundo lugar, a sus respectivas divisiones.  La Iglesia Ortodoxa es muy parecida a la católica ya que durante mas de la mitad de sus años formaron parte de una sola entidad. En efecto, tiene los mismos siete sacramentos e interpreta sus elementos fundamentales exactamente como lo hace la iglesia católica. La iglesia ortodoxa no tiene papa, sino tiene un consejo eclesiástico, su juicio colectivo establece la verdad de Dios como monumentos inalterables. Otra característica de la iglesia ortodoxa es que los sacerdotes de la misma no practican el celibato. Inclusive el Patriarca de Constantinopla, la cabeza de la Iglesia Ortodoxa, no es más que el primero entre iguales.  

La otra gran división del cristianismo es el protestantismo que tiene cuatro grandes ramas, bautista, luterana, calvinista y anglicana que, a su vez, se subdividen en grupos que suman, al presente, mas de novecientos solo en los Estados Unidos. Se argumenta que las causas de la ruptura entre el catolicismo romano y lo que denomina hoy protestantismo cristiano son complejas, e inclusive debatibles. Pero, aunque entre los factores que intervinieron se contaron los de economía política, nacionalismo, individualismo renacentista y una creciente preocupación por los abusos eclesiásticos, el principal fue la discrepancia entre dos perspectivas religiosas del cristianismo. La Iglesia occidental entró en un túnel integral y salió dividida en dos secciones. Para ser más exactos aun, salió dividida en varias secciones, porque el protestantismo, más que una Iglesia es una movimiento de varias Iglesias. Para el protestante, la fe no es una simple cuestión de creencia, no es la aceptación de un conocimiento mantenido con certidumbre pero sin evidencia. Es una respuesta de todo el ser. El protestante menciona que la clave esta en el interior. De la fe en la bondad de Dios emanan todas las cosas importantes. Se argumenta que si no se tiene esta fe, nada será como debe ser. De la misma manera, los protestantes no pueden aceptar el dogma de la infalibilidad papal, porque ello implicaría eliminar de la critica para siempre, opiniones, que por haber sido canalizadas a través de mentes humanas, jamás pueden verse por completo libres del riesgo de ser limitadas o de contener un error parcial. El objeto principal de idolatría protestante ha sido la biblia. Los protestantes creen firmemente que Dios habla a la gente a través de la biblia como no lo hace de ninguna otra manera. El protestante trata de ser fiel a todos los mandamientos y no usurpan con otros dioses el lugar de el Único.

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