jueves, 26 de mayo de 2011



EL SINTOISMO
Por Ana Gabriel Herrejón Zúñiga
Estudiante en Relaciones Internacionales



El Sintoísmo o Shinto es la religión autóctona de Japón, un complejo de creencias populares y rituales antiguos, una religión que percibe la presencia de los dioses o de lo sagrado en el entorno natural, en los seres vivos e incluso en las cosas que no tienen vida. 
La palabra sintoísmo fue acuñado para distinguir a la religión tradicional del budismo y se escribe con dos caracteres chinos: el primero, "shin", se utiliza para escribir 'kami' la palabra nativa japonesa, que significa "divinidad" o "entidad luminosa", y la segunda 'a' se utiliza para escribir la palabra nativa "michi", que significa "camino.

Esta religión se remonta desde los inicios de la historia japonesa, por lo tanto el sintoísmo es el resultado de todos los aspectos de la experiencia emotiva del país nipon, condicionando sus respuestas ante la naturaleza, la existencia, la muerte, la vida comunitaria, la organización social, la ideología política, las festividades y la estética.

El Origen del Sintoísmo se remonta a los mitos y prácticas religiosas de los antiguos habitantes del archipiélago en donde no se tenía un sistema religioso. Existían grupos ritualistas, abstemios y de tabú expertos adivinos y recitadores de la tradición. La religión y la magia fueron centradas en los ritos de fertilidad y purificación, había fiestas locales y de temporada y las fuerzas sobrenaturales, con leyendas de la creación y la ascendencia de los dioses que pueblan Japón.

Los espíritus o dioses cuya adoración es la base del sintoísmo son las fuerzas sobrenaturales llamadas Kami, que son múltiples y variadas, han estado en aumento por siglos y han experimentado numerosas mutaciones. Los Kami son seres poderosos con capacidades superiores a las del hombre, dichas entes residen o se materializan en objetos y seres.


 Su número es muy elevado y son difíciles de plasmar iconográficamente. Se pueden condensar en tres grandes grupos, los Kami de la naturaleza y sus fuerzas, los Kami de los uji (linajes) y los Kami de individuos y de los antepasados. Los Kami de la naturaleza son los más antiguos. 

Según esta mitología, se cree en la existencia de 3 mundos: 

Más arriba en el cielo, hay un mundo de la luz (Takamanohara) donde viven los dioses, mientras que en el subterráneo hay un mundo oscuro (Yomi) donde residen los malos espíritus. Entre estos dos mundos, se extiende un mundo de los hombres (Nakatsukuni) donde se cruzan la luz y la sombra, es decir el bien y el mal.

El eje externo de la vida religiosa del Shinto es el templo, lugar de culto o santuario, en el que la divinidad protectora se halla habitualmente presente o es invocada en el momento de la oración para que venga de otro mundo (los montes, el mar, el cielo).

La entrada en el templo está constituida por el conocido pórtico con la poderosa viga larga curvada hacia arriba en los dos extremos, conocidas como portal o torii, simboliza el Shinto en general.

Los kami no siempre está presentes en los templos: vienen como visitantes cuando se les llama mediante plegarias y ofrendas. El santuario solía incluir un receptáculo o shintai (literalmente, "cuerpo del Kami") que a menudo era un espejo a través del cual éste pudiera penetrar en el recinto sagrado.



Creencias

Las creencias del sintoísmo se basan en la misteriosa creación y armonización de la energía (musubi) de los kami y en la forma veraz (makoto) de Kami.
El kami es tutelar de la fuente de la vida humana y de la existencia. En todas las deidades sintoístas dicen que cooperar entre sí, y vivir de acuerdo con la voluntad de un kami produce un poder místico, el cual hace que las ganancias, la protección, la cooperación sea otorgada por la aprobación de todos los kami en particular.

El Sintoísta tiene una opinión generalmente positiva de la naturaleza humana. Se cree que "El hombre es hijo de Kami": esto significa que una persona se le dio su vida por los kami y que su naturaleza es por lo tanto sagrada.



En la actualidad, sin embargo, esto rara vez es la naturaleza divina revelada en el hombre, lo que da lugar a la necesidad de purificación. En segundo lugar, significa que la vida cotidiana es posible gracias a kami, y, en consecuencia, la personalidad y la vida de las personas son dignas de respeto. Una persona debe reverenciar a los derechos humanos fundamentales de todos, así como la suya. El Sintoísmo se describe como una religión de tsunagari ("continuidad o de la comunidad").

Los japoneses, al tiempo que reconoce a cada hombre como una personalidad individual, no lo tome como un ser solitario separado de los demás. Por el contrario, es considerado como el portador de una historia larga y continua que desciende de sus antepasados y continúa en sus descendientes. También es considerado como un miembro responsable de varios grupos sociales.

En el Sintoísmo no se tiene el concepto de "último día": no hay fin del mundo o de la historia. También se hacen hincapié en el principio Naka-IMA ("Medio actual: Presente"): el cual dice que el momento presente es el centro en el centro de todos los tiempos posibles. Por lo tanto se debe vivir plenamente cada momento de la vida siempre y cuando sea lo más digna posible. El Sintoísmo no cree en el pecado original, en lugar de ello cree que cada alma puede mejorarse por sí misma y la sociedad a través del mejoramiento de su naturaleza moral.

Según el Sintoísmo, la condición humana dependía de la armonía entre las fuerzas de la naturaleza. Se identifica al bien con la armonía y la pureza naturales, al mal con la impureza. Pronto el concepto de Makoto -sinceridad o pureza de espíritu y accion- se erigió como virtud primordial. La impureza o la interferencia con el rítmico fluir de la naturaleza eran consideradas destructivas y pecaminosas. En el rito de Izanagi en el reino de las tinieblas, yomo no kuni, se habla del horror de la contaminación, de la muerte y la sangre. El crimen más execrable que refería la mitología antigua era el de el Susa-no-ö, que había profanado un recinto de pureza y derribado las demarcaciones entre las parcelas de arroz.


Bases del Sintoísmo

El sintoísmo, al tratarse de una amalgama de creencias locales dispares, no posee textos canónicos de origen sacerdotal ya que no existía una clase sacerdotal organizada y jerarquizada que llevase las riendas del control ideológico. Sin embargo, en el siglo vil, el emperador Temmu (673-686) ordenó la recopilación y ordenación de las genealogías (Teiki) y las narraciones (Kyuji).

En el año 712, O No Yasumaro, erudito y estadista muerto en 723, escribió en un complejo japonés plagado de expresiones chinas el Kojiki (Narraciones Antiguas), donde narra la historia del Japón hasta el año 628 incluyendo relatos míticos.

En el Kojiki (crónicas japonesas antiguas) se presenta una clasificación de los numerosos kami, con la Diosa del Sol y sus progenitores,Izanagi e Izanami, en la cima cosmológica y el linaje imperial descendiendo de ellos. 

Según estos relatos, los hermanos divinos Izanagi e Izanami dieron a luz las islas de Japón y a una serie de dioses. Izanami murió al dar a luz al dios del fuego e Izanagi intento seguirla, al modo órfico, hasta el reino de los muertos aunque el olor a putrefacción le cerró el paso. Entonces tras purificarse en un arroyo, dio a luz a otros dioses, de los cuales los más importantes fueron Amaterasu, Diosa del Sol, y su hermano Susa-no-ö, el Dios de las Tormentas. Pero Susa-no-ö, que resulto ser un espíritu indócil, ofendió a su hermana dañando sus campos de arroz y defecando en su palacio, así que esta se retiró a una caverna y dejo al mundo sumido en tinieblas. Las divinidades restantes la disuadieron de su encierro mediante danzas, música, cantos a las afueras de la cueva, en donde una ves fuera de su cueva vio su reflejo en un espejo, que había sido colocado por otro kami, así como joyas que habían sido colgados en un árbol, después de esto prometió no volver a la cueva de nuevo. 
Su hermano Susa-no-ö fue desterrado, posteriormente dio origen a una estirpe de gobernantes que lucharon contra los descendientes de la Diosa del Sol hasta su eventual derrota.



Es a partir de la historia de Amateratsu tenemos tres símbolos del sintoísmo:

1. Un espejo (para reflejar su verdadera naturaleza y el símbolo de Amateratsu-o-mi-Kami). En el espejo, vemos nuestro reflejo, nuestra verdadera naturaleza.

2. Una espada (símbolo de poder y Susano-o-no-Mikoto). La espada fue tomada desde el dragón de ocho cabezas que Susano había asesinado. El dragon de 8 cabezas representa un comportamiento negativo o el pecado. La espada, símbolo de poder o de purificación.

3. Una joya para representar influencia sobre los demás. El espejo y la joya se utiliza para atraer a Amateratsu de la cueva, lo que permite la entrada de luz al mundo.



Prácticas y Celebraciones

Las Ceremonias sintoístas están diseñados para atraer a los kami para el tratamiento y la protección benévola y consisten en la abstinencia, ofrendas, oraciones y purificación (harae). Purificación, mediante el lavado con agua, simbólicamente elimina el polvo y las impurezas que cubren mente interior de uno.

Los sintoístas no tiene servicios religiosos semanales. Algunos pueden ir a los santuarios de los días 1 y 15 de cada mes y en las ocasiones de los ritos y festivales (matsuri), que tienen lugar a horas fijas durante el año.


Celebraciones más relevantes:

Fiesta de Año Nuevo: Se da la bienvenida al dios del Año Nuevo

Setsubun, día antes del comienzo de primavera: Significa el día de cambio de estación, en el antiguo calendario es el día del término del invierno, antes del comienzo de la primavera.

Hina Matsuri: 3 de marzo para rogar por la felicidad y buen desarrollo de las niñas

Kodomo no hi: Día de los niños.

Tanabata: 7 de julio, el dia de los deseos según la leyenda de (Hikoboshi, Kengyuboshi, pastor de bueyes) y Altaír (Orihime, princesa de los tejidos) que viven en las orillas opuestas de la Vía Láctea.

Obon: honrar el alma de los ancestros
Shichigosan: salud y crecimiento de los niños y niñas de 3, 5 y 7 años.

Festival de Acción de Gracias al Trabajo: El 23 de noviembre se celebra el Día de Agradecimiento al Trabajo

Proceso de la plegaria en el templo:

-Delante del Torii (en la entrada del territorio divino), inclinarse ligeramente. Arreglar los trajes. Limpiar las manos con agua (choozu). Es un acto importante puesto que los dioses aborrecen la impureza (Kegare). (Primero: limpiar la mano izquierda, segundo: la mano derecha, y luego la boca de manera que no toque la vasija (hishaku) con su boca.

-En el templo, hacer sonar las campanillas.

-Inclinarse a 90 grados hacia la divinidad.

-Echar monedas (ofrenda a la divinidad)

-Inclinarse dos veces, aplaudir dos veces, y inclinarse una vez.

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